Primeros auxilios ante Heridas y Hemorragias


HERIDAS Y HEMORRAGIAS

Las lesiones son una de las principales causas de morbi-mortalidad en los niños entre 0-18 años de edad; sin embargo, es un problema que puede afectar a cualquier grupo etáreo. Muchas de las lesiones pueden prevenirse y muchas pueden ser auxiliadas en casa, cuando se tiene los respectivos conocimientos. Puesto que, la prevención de lesiones precisa de la evaluación pertinente del afectado, el agente con el que se produjo la lesión y el entorno en el que se encuentra, es imprescindible tener en cuenta todos estos aspectos para poder realizar una adecuada prevención y prestar primeros en auxilios en caso se requiera y pueda realizarse en casa.



HERIDAS
 Una herida es la afectación de la continuidad o la integridad de un tejido u órgano, provocado por una fuerza traumática.

Epidemiología
- En lactantes y niños en edad pre-escolar, los niños están expuestos el doble a sufrir una lesión que las niñas.
- Las lesiones o traumatismos a nivel de la cabeza (tallo cerebral), aorta, corazón y columna cervical superior, son causas de mortalidad en más del 50% produciendo la muerte en el lugar de la lesión.

Causas
Su etiología es variada, sin embargo las causas más frecuentes son las siguientes:
- Caídas
- Accidentes de tránsito
- Accidentes laborales
- Accidentes deportivos
- Arma blanca o arma de fuego
- Uso de objetos punzo-cortantes
- Mordeduras

Clasificación
Las heridas no siempre son abiertas y tienen diversas clasificaciones. En este artículo resaltaremos las más comunes ocurridas en casa o por accidentes.

Según el agente que las provoca, pueden ser:
- Incisas o cortantes: son provocadas por instrumentos afilados y/o cortantes, se caracterizan por tener bordes limpios sin contornos tortuosos. Su gravedad depende de la extensión y de las estructuras subyacentes que afecte.
- Contusas: son provocadas por instrumentos romos, donde el tejido tisular (piel) conserva su integridad, sin embargo existe ruptura de vasos sanguíneos. Se caracterizan por tener bordes irregulares, con presencia de equimosis o hematoma.
- Penetrantes o punzantes: las producen instrumentos o agentes puntiagudos o punzantes. Su profundidad anatómica puede ser mayor que en los otros casos.
- Abrasiones, escoriaciones o laceraciones: más conocidas como raspones, causadas por la fricción o rozamiento de la piel con superficies ásperas.


Según el espesor de los tejidos afectados, pueden ser:
- Epidérmicas: más conocidas como los arañazos.
- Superficiales: dañan hasta tejido celular subcutáneo.
- Profundas, complicadas o complejas: afecta a tejidos más profundos, sin llegar a los órganos.
- Penetrantes: llegan a cavidades naturales como el abdomen, tórax o articulaciones.
- Perforantes: afectan a las vísceras contenidas en las cavidades mencionadas.

¿Cómo saber si una herida está infectada?
Explorar bien la zona de la lesión en busca de los siguientes signos:
- Dolor
- Hinchazón (inflamación)
- Enrojecimiento
- Sensación térmica (caliente)
- Secreción purulenta (pus)
- Mal olor
- La persona afectada puede presentar fiebre
   
¿Qué hacer en caso de una herida abierta?
Lo principal que se busca es detener o evitar una hemorragia y evitar que la herida se contamine para prevenir una infección, para lo cual usted deberá realizar lo siguiente:
- Antes de atender al herido debe lavarse adecuadamente las manos.
- Lave la herida con abundante agua y jabón, evite el uso de alcohol u otras sustancias químicas.
- Seque la herida con gasas estériles o un paño limpio.
- Cubra la herida con gasas o telas limpias y fijarlas con esparadrapo, tiras de tela o vendas, sin presionar demasiado.
- Si observa un objeto incrustado en la herida y es profundo, evitar retirar el objeto y llevarlo al Centro de Salud más cercano.
- Si la herida es en el vientre o en el pecho y observa órganos afuera, no trate de colocar los órganos en su lugar, cubra la herida y órganos con una tela limpia y húmeda. Lleve de inmediato a un Establecimiento de Salud cercano.

¿Qué hacer en caso de una herida cerrada?
En el caso de estar heridas, que no están expuestas al exterior, los cuidados se basan más en la exploración de la víctima, teniendo en cuenta la zona del cuerpo en donde está la lesión, para ello debe realizar lo siguiente:
- Examinar cuidadosamente a la víctima en busca de otras lesiones.
- Aplicar compresas frías en la zona afectada.
- Evitar presionar o golpear la zona
- Si es un golpe en la cabeza evaluar el estado de conciencia de la persona: si se encuentra orientado en el tiempo (fecha), espacio (lugar en donde se encontraba en el momento del accidente y en el que se encuentra al momento de la evaluación) y persona (puede identificarse).


En los siguientes casos, siempre debes acudir a un Centro de Salud:
- No se detiene el sangrado en una herida
- La lesión es muy grande o profunda
- Hay algo incrustado en el corte
- La herida es en un vaso sanguíneo o articulación
- La herida está infectada
- La herida es una vieja lesión y está infectada
- Las mordeduras requieren atención específica

HEMORRAGIAS
Una hemorragia "es un trastorno causado por la extravasación de sangre del lecho vascular"; es decir, la salida de la sangre fuera de los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares). El sistema hemostático es el encargado de evitar que esto suceda; sin embargo, cuando una enfermedad o traumatismo es lo suficientemente fuerte puede afectar este sistema, produciéndose así una hemorragia bien sea arterial o venosa.

¿Cómo identificar el tipo de sangrado?
Capilar: Compromete solo los vasos sanguíneos superficiales que irrigan la piel, la sangre que fluye es en poca cantidad y lento, sangre roja, formando pequeños puntos que confluyen como en sábana.
Venosa: oscura y sin presión, pero la salida de sangre es continua.
Arterial: sangre muy roja y brillante, fluye de forma intermitente con gran presión y latidos.

Clasificación
- Hemorragia interna: La sangre fluye fuera de los vasos sanguíneos pero dentro del organismo, hacia cavidades como cráneo, abdomen y tórax.
- Hemorragia externa: Salida de la sangre al exterior del cuerpo, siendo posible su visualización.
¿Cómo actuar frente a una hemorragia?
- Calmar a la víctima.
- En lo posible desinfectar o lavarse las manos antes de asistir a la víctima.
- Descubrir la zona para evaluar el tipo de hemorragia (lavar y observar).
- Detener la hemorragia inmediatamente.

¿Cómo detener una hemorragia externa?
- Hacer presión de inmediato sobre la zona de hemorragia (previa evaluación) con apósito o tela limpia, por 5 a 10 minutos y evaluar.
- Si el sangrado no se detiene colocar otro apósito, gasa o tela limpia encima sin retirar el anterior, seguir comprimiendo y elevar la zona afectada siempre y cuando no se evidencie fractura. Si hay heridas en caderas, abdomen y tórax, no eleva las piernas o brazos.
- En algunos casos, cuando se presenta un sangrado es escasa cantidad, se puede aplicar compresas frías para que así se produzca vasoconstricción (los vasos sanguíneos se cierran).
- En última instancia, solo en hemorragias graves en el que el sangrado no cese a pesar de lo anteriormente mencionado, se puede realizar un torniquete, el cual debe realizarse y evaluarse con cuidado ya que puede provocar necrosis del tejido afectado (muerte celular por la falta o escasa irrigación sanguínea y oxigenación). Esto puede darse en el caso de amputaciones o hemorragias arteriales muy graves.

Torniquete: 
  • Utilice una venda triangular doblada o una banda de tela ancha. No utilice vendas estrechas, cuerdas o alambres.
  • Coloque la venda cuatro dedos por encima de la zona afectada o herida.
  • Dé dos vueltas alrededor del miembro afectado (brazo o pierna) y haga un nudo simple con los extremos de la venda.
  • Coloque sobre este nudo una vara corta y fuerte, luego haga dos nudos más sobre la vara y gire lentamente hasta controlar la hemorragia.
  • Traslade inmediatamente al Establecimiento de Salud más cercano.
  • Es MUY IMPORTANTE AFLOJAR EL TORNIQUETE cada 10 MINUTOS por unos 20 SEGUNDOS.
¿Cómo evaluar una hemorragia interna?
- Recostar a la víctima y soltar la vestimenta.
- Elevar miembros inferiores (piernas)
- Evaluar signos vitales (Presión arterial, frecuencia cardíaca o pulso, temperatura). Una presión arterial disminuida conjuntamente con una frecuencia cardíaca acelerada es un signo frecuente de una hemorragia interna. Asimismo, la piel suele tornarse pálida y fría.
- Cubrir con mantas.
- No dar a beber líquidos u otro tipo de alimentos.
- Solicitar ayuda para trasladar a un Establecimiento de Salud cercano.


*Aporte del Diplomado en Primeros Auxilios por la Pontifical Catholic University of America (Miami, Florida) en cooperación con el Consejo Intersectorial para la Educacuón peruana.

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